lunes, 10 de julio de 2017

"Mi cama es una cama de hospital"

Ya no necesito tu recuerdo, ya no quiero tenerlo, ni hoy ni nunca, quisiera que fuese así de sencillo, alguna vez ocurrió, pero aún puedo negarlo, no necesito tu optimismo absurdo, tampoco tu apoyo y tan solo quería que me acompañaras a seguir sintiéndome sola, a seguir viendo el cielo y recordando cuando era pequeña y quería ser paleontóloga, que me cubriera ese cielo, no trabajar en una oficina, descubrir rastros de seres de eras pasadas, pero ya no recuerdo muy bien esa época, me equivoqué al crecer, me equivoqué al seguirte, me equivoqué al creerle a mucha gente, al convencerme de hacer lo correcto, de luchar y seguir corriendo sin miedo, riéndome de los chistes malos, ya no quiero eso, quizás lo ocurrido en los últimos meses, han sido la señal más grande de todas y desde hoy no soy yo, ahora soy todo lo que he visto a mi alrededor, todo lo que siempre me había causado asco, quizás aun me causa asco, pero prefiero el asco a seguir sintiendo dolor, de verme sola, de darme cuenta que a pesar que haga tantas cosas, que me esfuerce todo seguirá igual, de esa manera no se vale, no es justo. Lo siento ya di oportunidad para ver esfuerzos, para ver sonrisas, para recibir abrazos, ya no puedo seguir extrañándote, trayendo comentarios tuyos a colación, los fantasmas no hablan, deja de hablar, debo estar demasiado dopada, debo ser demasiado estúpida para expresar mi ingenuidad en su punto máxime, en su clímax de cobardía, sacar mi alma y abrir mi corazón con toda esta amargura, con todo este vacío y esta desesperación, con toda esta tristeza pequeñita que carcome, con todas estas frases tan redundantes, pero al fin y al cabo es mi escrito y yo veré qué escribo. Ya no soporto la mayoría de cosas, ya no soporto estar sentada aquí como si al finalizar quizás mi vida dentro de un rato, todo lo vivido fuese suficiente, como si cada expectativa puesta en algo que vino a mí fuese más de lo que merezco, como si cada plan se viera atado a la idea de ser una clonada más y debo aceptar que quiero en este instante disfrutar con cada banalidad de estos días, ya no quiero estrellarme más con cada cosa que algún día me hizo feliz y ver que en la calle mis recuerdos están tan esparcidos y ellos no caen en cuenta que fui yo quien los creó, que alguna vez los coleccioné y los adoré como si de ello dependiera mi vida, ellos me ven a los ojos y se asustan, porque no saben que soy capaz de estar bien y de dejar de fingir estar feliz, estoy triste, estoy aburrida, hastiada, estafada, la vida se burla de mí, se ríe a carcajadas y yo debo seguir igual, miento, ya no voy a seguir igual, pero mientras tanto me traicionan mis ideas, desenfoco en cada palabra, en cada artimaña de la gente por sacarme mis emociones, ¿Cómo te sientes?, ¿Cómo estás?¿como sigues? ¿Por qué estas así? Yo no quiero lastima, no quiero preguntas, no quiero comprensión, porque sé que no me la darán, tampoco quiero preocupaciones falsas, ni poemitas diciendo que soy una excelente persona y una fantástica amiga, ya sé todo eso, me he esforzado a la medida de mi fuerza, de mi vida, de mi capacidad, si no es suficiente, lo siento, vete, pero ya no puedo seguir ofreciéndote mis esfuerzos, mi lucha, mis pensamientos, mi sonrisa chueca, cuando todos se hayan ido, algún día, alguna vez lo comprenderás, podrás ver y sentir esta tristeza, podrás ver lo empañados que se ponen los ojos al notar que quizás desperdiciaste mi tiempo, mi ilusión infantil, y que me llegó la hora de ser egoísta y desalmada para darte la espalda, decirte que no existo, así como tú haces conmigo, así como tú me estas enseñando, así como tú juegas aún cuando yo no existo en tu presente, así como paso mi tiempo libre extrañándote y haciendo una lista de cosas que me hubiese gustado contarte, pero tu silencio no tiene nombre, no tiene valor, solo tiene vida propia y su somnífero inmediato, su roce doloroso, sus punzadas en el medio del alma, donde guardo todo lo que en verdad soy, mientras tú te ríes por ahí, de tu fantástica vida, de tu tan asombrosa buena suerte, pero apuesto que no sabes cuánto pido y quiero que te vaya bien y que no te sientas tan mal como tú me haces sentir a mí ¿qué te ha de importar? así soy yo, así eres tú, así es el mundo, así es la vida y se supone debo acostumbrarme, debo hacerme la ruda la fuerte y reírme duro, toser como si no me diera pena, luchar por lo mío, así nada me pertenezca ¿qué te ha de importar? si a ti te queda fácil fingir, jugar, huir, herir, simplemente ser tú mismo, solo al final, cuando todo se sabe, cuando las cosas caen por su propio peso, caigo en cuenta que no eres tan valioso y tan perfecto como algún día yo creía, no, por el contrario, tiendo a pensar que eres de las peores personas con la que alguna vez me topé, y reniego de mi mala suerte, de haberme estrellado con alguien tan cobarde, tan callado, y tan absurdamente alegre, tan perdido en sí, que ni me di cuenta de su propio egoísmo aun cuando lo que escuche con mayor exactitud y carácter es que no aceptaría una negativa como respuesta, que yo no tenía derecho a pensar bien las cosas para decidir correctamente, para haber evitado estar así en este momento aun cuando me obligo a creer que 3 meses son demasiado y que es hora de despertar, de dejar de hacer drama, de conseguir a alguien, porque de todas maneras yo no me llamo de ninguna otra manera, de tantas que hay en el mundo, de esas que tienen carácter y actitud para ti maluca y negativa, para mi positiva y consecuente con lo que quiero hacer con mi vida, a lo que incluso alguna vez te dije era mi sueño ¿qué te ha de importar? incluso para mi es algo demasiado insulso, para ti debe ser patético, menos mal ya sabes que no me importa lo que pienses, mucho menos me va a importar que aun recuerdes lo que te dije que quería hacer dentro de unos años y puedo apostar sin miedo a perder que no recuerdas, no estás ni medio cerca, es que en el fondo es inútil recordar, es inútil darte importancia, es inútil hacer de ti una figura viva, cuando lo único que hiciste fue mentir una y otra vez, con ese cinismo que siempre tienes tan presente, debiste darte cuenta que tengo alguito más de sensibilidad a lo que demuestro, que hay cosas que no se deberían permitir hacer conmigo y de ser así debiste desaparecer hace muchísimo tiempo, debiste irte sin dejar rastro, sin la excusa que me hacías daño y que era lo mejor para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario